Los arándanos deshidratados son arándanos frescos que han sido sometidos a un proceso de deshidratación para eliminar la mayor parte de su contenido de agua. Esto les da una textura suave y un sabor concentrado, a la vez que preserva sus nutrientes.
 

Se consumen como un bocadillo por sí solos o se pueden agregar a mezclas de frutas secas y frutos secos para hacer una merienda energética. También se utilizan en repostería, como en panes, muffins, galletas y barras de cereal, así como en ensaladas y platos de cereales.

Se deben almacenar en un lugar fresco y seco, preferiblemente en un recipiente hermético para evitar que se endurezcan o se peguen. Se mantendrán frescos durante varios meses si se almacenan adecuadamente.

Los arándanos deshidratados se producen en áreas donde los arándanos frescos son abundantes y se deshidratan para su conservación. Son populares en muchas culturas culinarias y se utilizan en una variedad de platos y recetas.