Los dátiles con hueso son frutas secas obtenidas del árbol datilero, caracterizados por su forma alargada y su piel arrugada y pegajosa. Mantienen el hueso en su interior, lo que les da su nombre y una textura distintiva.
 

Los dátiles con hueso se consumen principalmente como bocadillo por sí solos debido a su sabor dulce y delicioso. También son populares en la repostería, como en pasteles, galletas, barras de cereales y otros postres. Se pueden rellenar con queso o nueces y envolver en tocino para aperitivos.

Se deben almacenar en un lugar fresco y seco, preferiblemente en un recipiente hermético para evitar que se endurezcan o se peguen. Se mantendrán frescos durante varios meses si se almacenan adecuadamente.

Los dátiles con hueso se producen en áreas donde se cultivan dátiles, incluyendo regiones del Medio Oriente, el norte de África y algunos países del sur de Asia.