La lechuga romana, también conocida como lechuga cos, es una variedad de lechuga de la especie Lactuca sativa. Se distingue por sus hojas largas y alargadas que forman una cabeza suelta y alargada. Tiene un sabor suave y ligeramente amargo, y es una opción popular en ensaladas y platos frescos.
 

La lechuga romana se utiliza principalmente en ensaladas, sándwiches, wraps y otros platos frescos. Sus hojas resistentes y crujientes la hacen ideal para envolver rellenos como carne, pollo, pescado o vegetales. También se puede asar a la parrilla o saltear ligeramente para realzar su sabor y textura.

Para mantener la frescura de la lechuga romana, es mejor almacenarla en el refrigerador.
 

Se recomienda envolverla en papel de cocina o un paño húmedo y colocarla en una bolsa de plástico perforada para controlar la humedad.

La lechuga romana es originaria del Mediterráneo y ha sido cultivada y consumida desde la antigüedad.